Haitianos y chilenos llegaron hasta la parroquia Santa Ana para el Tedeum con que se conmemoró el aniversario de la independencia de Haití, ocurrida en 1804.
"La Iglesia de Santiago en todas sus comunidades quiere ser la casa de todos ustedes", señaló el cardenal Ricardo Ezzati durante la celebración, recalcando que cada parroquia de la arquidiócesis está llamada a acoger a los hermanos de Haití. "Sepan que allí la comunidad cristiana es su casa, es la casa del Señor y de todos sus hijos. Los invito a vivir en esa comunidad y a aportar, desde su riqueza. La Iglesia Católica quiere ser un hogar que acoge, integra y promueve".
Junto con agradecer la presencia del obispo Pierre-André Dumas, el Arzobispo de Santiago compartió un mensaje con todos los presentes. "La comunidad haitiana celebra un año más del aniversario de su independencia, de la dignidad de ser un pueblo libre que mira hacia adelante con solidaridad y comunión", dijo el pastor, quien, además, aprovechó de extender una especial invitación a la comunidad haitiana. "Están cordialmente invitados a participar del encuentro del Santo Padre con todos los fieles católicos y de buena voluntad, a participar de este don, de este regalo que el Papa Francisco nos hace con su presencia y con su gracia".
El obispo Pierre-André Dumas agradeció a la Iglesia chilena por la ocasión de celebrar juntos la vida de los pueblos, la fe y la fraternidad. "Agradezco el cardenal Ezzati que nos invitó a vivir este momento solemne, juntos, haitianos y chilenos, como hermanos de la misma madre María, de la misma madre Iglesia. Esta cooperación es más bien una cooperación fraterna, solidaria, este es el milagro del amor, cuando hay amor los pueblos pueden vivir en amistad, pueden formalizar lo que llamamos el amor del Señor, su solidaridad con nosotros".
El obispo haitiano también hizo un llamado a las familias chilenas a que "vivan esta compasión, este sentido de acogida con fe y que también nadie aproveche de la situación de precariedad del pueblo migrante de Haití".
Además, pidió buscar las vías para favorecer la regularización de los documentos de los migrantes que ya llevan tiempo en Chile. "Vengo como peregrino para encontrarnos con el Niño Dios que no encontró acogida, que nació en una situación precaria. Quisiera pedir que en el rostro de cada forastero se lea la cara de Cristo, de la Santa Familia, que pide, busca".
Carl Benny Raymond, Jefe de Misión de la embajada de Haití en Chile, también estuvo presente en la conmemoración. "En nombre del gobierno de Haití agradecemos a las autoridades chilena, en especial de la Iglesia Católica de Chile, que nos dan la ocasión de compartir con la comunidad haitiana esta celebración oficial que tienen un valor histórico".
Frantz Antoine, llegó hace dos años a Chile con el sueño de tener una vida mejor: "Quería estudiar y trabajar y eso no lo podía hacer en mi país. Me gusta el área de enfermería y ahora estoy a punto de matricularme en un instituto. Me siento bien, me acostumbré con los chilenos y estoy muy agradecido, me gusta Chile". Hoy, en la fiesta de su país, su mensaje es "que todos somos hermanos y tenemos que ayudarnos para que mañana tengamos una vida mejor".
Luego de la misa, la comunidad compartió un acto cultural en las afueras de la parroquia Santa Ana.
Fuente: Comunicaciones Santiago
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