Monseñor Gallardo indicó en la homilía que "imponemos cenizas en nuestra frente para reconocer, recordar lo que somos, que somos frágiles, para reconocer que hemos pecado. Iniciamos este tiempo de Cuaresma para dejarnos reconciliar por Dios, abrir nuestros corazones al perdón siempre presente de Dios. Este es un tiempo para recordar en nuestra vida que el Señor nos ama y nos ama hasta el extremo".
Luego, precisó que "estas cenizas solamente tienen sentido si el día de la Pascua de Resurrección del Señor se lavan con el agua bautismal de la Vigilia Pascual. Por lo tanto, hoy iniciamos un camino hermoso". Señaló que en este tiempo, tal como el pueblo de Israel estuvo cuarenta años en el desierto, entramos en el desierto de nuestras vidas durante cuarenta días "de camino penitencial, para que la huella de este pecado, marcada con la ceniza, sea borrada por el amor y la misericordia de Dios". El Viario de Pastoral también expresó que éste "es un tiempo de pedirle perdón al Señor por los pecados, por las faltas de la Iglesia".
La Cuaresma que se transforma en amor
Más adelante señaló que el ayuno, la oración y la limosna de este tiempo "lo queremos traducir en solidaridad, en amor", refiriéndose a la Campaña Cuaresma de Fraternidad que se inicia con este Miércoles de Ceniza. Esta campaña, a partir de este año y los dos siguientes, estará destinada a reunir fondos para solidarizar con los migrantes, "que la pasan mal y que han venido de otros países a vivir en medio de nosotros", dijo el padre Héctor.
Los fondos de esta campaña irán a financiar diversos proyectos que presenten personas migrantes para mejorar su situación de vida. "La idea es que no solo sean proyectos de asistencialismo, sino que motiven a los migrantes a insertarse mejor en nuestra sociedad, como pequeños emprendimientos", dijo Eduardo Ceballos, encargado de las Campañas Solidarias de la Vicaría de Pastoral Social Caritas. Este año se recibirán estos proyectos para llevarlos a cabo en 2020, con los fondos que se recauden esta Cuaresma a través de pequeñas alcancías que se reparten en las parroquias.
Durante esta misa, se impuso en la frente de cada uno de los fieles la ceniza, con la frase "conviértete y cree en el Evangelio". A partir de este miércoles la Iglesia vive el tiempo litúrgico de la Cuaresma, en un contexto de penitencia y conversión, para prepararse a la Solemnidad de la Resurrección de Jesucristo, la máxima celebración de la cristiandad.
Testimonios de migrantes
Yasmery Pirona, oriunda de Venezuela, tres años en Chile, dijo: "Me parece muy bien, ya que muchos de nosotros estamos aquí por circunstancias unas peores que otras, y es bueno que piensen un poquito de nosotros".
Por su parte, Juanita Marte, dominicana, señaló que "me parece muy bueno, maravilloso, una misa excelente, soy muy católica y quiero servirle a mi Dios por completo, porque el mejor camino es Jesucristo".
Astrid Maldonado, también venezolana, afirmó que "es muy bonito, sobre todo cuando te das cuenta que tus hermanos se abren y que son solidarios contigo y con lo que estás pasando. Es muy bonito que dediquen una misa no solo a la Cuaresma, sino también a ese hermano que llegó y que quizás no lo está pasando tan bien y busca reconciliarse con Dios".
Fuente: Comunicaciones Santiago
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