58 adultos se certifican en oficios para erradicar el trabajo infantil

La certificación correspondió al cierre de la primera etapa del Proyecto Empleabilidad familias Nnats: Caminando juntos por la erradicación del trabajo infantil de la Vicaría de Pastoral Social Caritas, financiado por la Subsecretaría del Trabajo. Ahora comienza el proceso de inserción laboral de los participantes, que contempla una práctica en el oficio aprendido.

Los 58 adultos que se certificaron fueron capacitados en tres oficios distintos por  la OTEC Ecatema: manipulación de alimentos, bodega y venta. Durante la formación, además, se les entregó herramientas para potenciar sus habilidades blandas, apresto laboral y sensibilización contra el trabajo infantil.

El proyecto, según manifestó su encargada, Mónica Ruiz, es “la transformación de la estrategia de erradicación del trabajo infantil que la Vicaría viene desarrollando hace más de 20 años. Creemos y esperamos poder continuar en esta tarea, aportando y trabajando este 2018 con estos interlocutores e interlocutoras que finalizaron la etapa de capacitación, para lograr su inserción laboral en los oficios que fueron capacitados, generando un  ingreso estable  y logrando erradicar el trabajo infantil de sus familias”.

El Subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, quien participó de la ceremonia de certificación, valoró el trabajo realizado por la Vicaría: “Creemos que este programa va en la línea correcta de incorporar formalmente al mercado del trabajo a los familiares y padres de niños, niñas y adolescentes  y con eso poder optar a que los chicos salgan del trabajo infantil. Las estadísticas muestran que dos tercios de quiénes se capacitan sus hijos salen del trabajo infantil”.

Para el director de la OTEC Ecatema, Alejandro González, apoyar el proyecto de la Vicaría con la capacitación en oficios es “una gran responsabilidad que tenemos, porque hacemos ver que el trabajo no tan solo dignifica, sino que los hace crecer como personas y que se produzca en la familia un efecto multiplicador, sobre todo con los hijos, para que puedan emular a sus padres en el estudio”.

En opinión de Jocelyn Miller, quien se capacitó en el oficio de bodega,  este período de capacitación “fue bueno, favorable. Aprendimos mucho en todos los aspectos, habilidades blandas, bodega. A mí me motivó a venir la idea de tener más herramientas con las cuales desarrollarme para poder entregar un mejor futuro a mis dos hijas”.

Silvia Cisternas, en tanto, quien se capacitó en manipulación de alimentos, sostuvo que “la experiencia fue muy buena, excelente. Era lo que quería, porque no tuve la oportunidad de estudiar tiempo atrás. Ahora tuve el apoyo de mi familia, de mi esposo, de su familia y por eso estudié, porque tenía ganas de cambiar mi vida y tener un buen futuro para mis dos hijos”.