La Eucaristía de finalización se efectuó a las 10:00 horas en la Iglesia Catedral. Hasta allí llegaron los 1200 participantes de las distintas diócesis, para escuchar el mensaje del Obispo Ignacio Ducasse Medina, quien destacó que “la invitación es a tener paciencia y confianza, y al final de esta fiesta decirle al Señor, yo te espero como un ciego a quien han prometido el conocimiento de la luz. Esa es la confianza que debemos vivir en nuestra vida diaria ante el dolor, reveses económicos y diversas dificultades que podamos tener cada uno de nosotros. Decir yo creo Señor en ti, y confío en lo que me has prometido”.
Luego de la Santa Misa, las delegaciones salieron una a una portando pancartas donde se leían claramente los derechos humanos de las personas mayores, discutidos en los trabajos en grupo del sábado en la mañana. Iniciaron así el tradicional pasacalle, que los llevó desde la Catedral hasta la costanera finalizando frente al mercado fluvial. Allí se tomaron las últimas fotografías, cantaron la tonada “Camino de Luna” y recibieron la bendición y envío final, esperando saber pronto el lugar donde será la XI Fiesta del Encuentro.
Ana Isabel Iturra, encargada de la delegación de Punta Arenas, dijo “nos vamos muy contentas, nuestra delegación se ha sentido muy acogida y a pesar de la contingencia nacional la diócesis de Valdivia pudo hacer funcionar planes alternativos, para que esta celebración de la vida de los Adultos Mayores no se opacara. La alegría y experiencia de los años anteriores sirvió mucho para sacar la fiesta adelante”.
Marianella Figueroa Salas, de la diócesis de Arica, manifestó “en cuanto al balance ha sido muy bueno, a pesar de los obstáculos que están ajenos a la organización de la Fiesta del Encuentro, lo hemos pasado bien y también los reencuentros, el cariño, los abrazos, el intercambio de regalos, es muy importante y eso lo llevamos, pues celebrar la vida con nuestros pares a la edad que tenemos es muy lindo”.
La hermana Teresa, de la arquidiócesis de Santiago, señaló “fueron unos días maravillosos los que pasamos aquí en Valdivia, sorprendente la cantidad de Adultos Mayores. Nos impresionó la acogida de las personas, desde el hospedaje donde nos quedamos hasta las celebraciones y caminatas”.
Consultado sobre la evaluación de este gran encuentro, Monseñor Ignacio Ducasse afirmó “primero fue una inyección de ánimo para vivir nuestra fe con mayor radicalidad y expresividad, ya que muchas veces como iglesia diocesana nos cuesta expresarla públicamente. Por eso que estos hermanos que han venido de distintos lados, muchos con dificultades, han podido ayudarnos a recrear y significar más nuestra fe en medio de la sociedad”. Sobre el tema del envejecimiento digno de los Adultos Mayores, expresó “es el gran desafío que tenemos hoy, con índices de poca natalidad, mayor envejecimiento y su precariedad. Debemos alcanzar la dignidad en estos ámbitos”.
Finalmente, Mario Noguer, responsable nacional del Programa del Adulto Mayor de la PSCáritas, dijo “a pesar de las dificultades tenemos la capacidad de adaptarnos a las circunstancias, y finalmente alcanzamos el objetivo propuesto. Fue una fiesta muy interesante basada en nuestra fe y también en la Convención Interamericana de protección de los Derechos Humanos de las personas mayores, un tema muy relevante y que debemos reflexionar. A nivel nacional creemos que la única forma de lograrlo es justamente estando unidos, reunidos y organizados, conversando con nuestras autoridades para que esto sea votado prontamente”.
De esta forma, más allá de los inconvenientes propios de la contingencia nacional, los Adultos Mayores supieron llenar de sonrisas y energía las calles de Valdivia, regresando a sus diócesis con el anhelo de saber pronto dónde será el próximo encuentro para compartir su experiencia de fe.
Fuente: Larry Henríquez y Daniel Murúa
Comunicaciones X Fiesta del Encuentro, Valdivia
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