La asamblea fue organizada por la Vicaría de Pastoral Social y de los Trabajadores con el objetivo de invitar a los agentes pastorales a un espacio de encuentro para compartir en comunión y renovar el servicio misionero que prestan a la comunidad, teniendo como gran telón de fondo la Misión Territorial.
El encuentro partió pasadas las nueve de la mañana con un saludo inicial del padre Andrés Moro, Vicario de la Pastoral Social y de los Trabajadores, quien dio la bienvenida a los asistentes provenientes de las distintas zonas de la arquidiócesis invitándolos a disponer el corazón para compartir y descubrir el llamado que Jesús hace a cada uno como su discípulo misionero. Luego, a través de representaciones de teatro espontáneo, se expresaron las distintas realidades que viven día a día los agentes pastorales y que hoy los interpelan.
Luego de mirar los contextos sociales en los que la Iglesia está presente hoy, los participantes profundizaron en las claves de la Misión Territorial y los desafíos que ella implica en la acción pastoral en las distintas periferias. El Padre Ronald Flores fue el encargado de dar algunas luces en este sentido. Haciendo referencia a textos de Aparecida y de la carta pastoral de los obispos chilenos Humanizar y Compartir con equidad el Desarrollo de Chile, el sacerdote expresó que “la misión no es una moda ni una acción concreta, sino la razón de ser de la Iglesia fundada por Jesucristo”. Además explicó que la Misión es compleja y dinámica puesto que los contextos cambian porque los interlocutores también cambian. “La pastoral social es colocar el Evangelio en el corazón de la cultura, llevando el anuncio en favor de los más pobres partiendo con el testimonio, tenemos que ser una iglesia pobre para los pobres”, señaló el padre Ronald.
En el espíritu de la misión territorial, el padre Ronald invitó a los agentes pastorales a preguntarse por el testimonio que estamos dando al ir a la periferia y a mirar el nuevo contexto social. Refiriéndose al Papa Francisco, habló de la necesidad de descubrir cuáles son los nuevos rostros de la pobreza y ser una Iglesia de salida. “Una Iglesia en la calle, que camina hacia periferias existenciales culturales; morales y sociales; que aprende los pobres, que sale cono madre de misericordia e invita a sus hijos a compartir”, concluyó.
Para la Vicaría de la Pastoral Social y de los Trabajadores, esta instancia fue muy significativa que reafirma su compromiso de trabajo con las personas que se encuentran en las periferias, en situación de vulnerabilidad social. “La iglesia hoy nos llama a ir a las periferias de toda la vida porque toda persona es una periferia, es un lugar de encuentro y de salida. No queremos seguir haciendo lo de siempre sino invitar a más a descubrir lo que el Señor quiere de ellos, eso es la misión".
La asamblea finalizó pasadas las 14:00 horas, con una liturgia de envío en la que se recogió los principales aspectos expuestos durante el día.
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