La familia Cornejo Griffin de Las Condes y la familia Rodríguez Díaz, de La Pintana comparten sus experiencias en torno a Navidad con el Hermano. Conoce sus testimonios en la siguiente nota.
Como si estuvieran preparando un regalo especial para sus hijas, María José Griffin y su marido, Juan Carlos Cornejo, se esmeran en armar la caja que les entregó la parroquia Santa María de las Condes, llenándola con alimentos y regalos para otra familia, a la cual no conocen pero sienten como parte de su hogar. Este gesto es el que en los últimos tres años ha ido repitiendo este matrimonio participando de la Campaña Navidad con el Hermano.
En estos días el matrimonio ya tiene tres cajas en su casa en la comuna de Las Condes, las cuales irán a parar a la mesa de otras tres familias de Cerro Navia que pertenecen a la Parroquia María Reina de La Paz.
“Las cajas que armamos las preparamos como familia, participamos con mi marido y mis dos hijas. Además de los alimentos que se piden buscamos un regalo especial para cada uno de los integrantes de la familia a la que le vamos obsequiar esto. Nos preocupamos que cada uno tenga un regalo ad hoc a su edad y lo vamos armando con mucho cariño para que sea realmente una cena de amor, que sientan que personas a las que no han visto ni si quiera a la cara se preocupan por ellos y quieren que tengan una cena junto al Señor. Es como un regalo que le hiciera a mis hijas, es una búsqueda especial”, explica María José Griffin.
Este espíritu solidario se ha traspasado a sus hijas de 15 y 17 años que ya han captado de qué se trata compartir. “Es impresionante lo que los padres van marcando en los hijos, sin decir mucho. Ellas ven que no hay otra cosa mejor en el mundo que el amor y hacer algo por los otros.
¿Qué significa para ti y tu familia este gesto?
Ha sido un regalo en el sentido de cambiar el concepto de nuestra Navidad. Hasta hace algunos años era solo preocuparnos de nosotros, de armar una linda pascua, comprar regalos y gracias a esta labor dejamos de hacernos regalos y toda esa plata que gastábamos la metemos en estas cenas. Ha sido un crecimiento que nos reconforta, nos devuelve con creces el cariño con que armamos cada cena.
El espíritu de esta familia simboliza el sentido de la campaña Navidad Con el Hermano. “Esta cena es un regalo de familia a familia. Es un regalo que se prepara, que va dirigido a personas con nombre y apellido y que a través de un saludo lleva muestras del cariño y respeto con que ha sido hecho”, explica Ana Luisa Muñoz, encargada de la campaña Navidad Con el Hermano, en la Vicaría de Pastoral Social Caritas.
Las parroquias receptoras tienen la misión no solo de identificar aquellas familias que necesitan este aporte concreto, sino de acompañarlas y transmitirles el mensaje de solidaridad y hermandad de la campaña. Así lo ha hecho la Parroquia Santo Tomás, de la Pintana con la familia de la señora Elba Díaz.
Su familia está compuesta por su marido, Pedro Rodríguez, dos hijos - uno de ellos grave en el hospital- y un hermano mayor que padece problemas de desplazamiento y para comunicarse. Todos celebran la Navidad juntos, reunidos en la sencillez de su casa en la villa Santo Tomás y desde hace seis años han recibido la cena navideña de la campaña. “Nos ha servido de mucho, gracias a Dios nunca nos ha faltado nada, pero es una ayuda, sacamos alimentos de ahí para prepararlos, todo lo que llega en esta cajita se comparte”, dice Elba.
Para la familia Rodríguez Díaz la caja e Navidad es un signo de compartir al interior de su hogar y también de ayudar a los que más lo necesitan. “Si podemos ayudar a alguien más que necesita, o si llega alguien a la casa yo le preparo alguna cosita”, afirma.