El 25 de noviembre próximo la Iglesia de Santiago conmemora el 43º aniversario del Simposio Internacional de los Derechos Humanos celebrado en Chile, en cuyo acto conclusivo el Cardenal Raúl Silva Henríquez instauró el día de la renovación del compromiso de la Iglesia con los Derechos Humanos.
En estas más de cuatro décadas la Iglesia de Santiago ha cumplido con dicho compromiso y ha mantenido su trabajo por la defensa de los derechos de aquellas personas y comunidades más vulneradas. La Vicaría Pastoral Social Caritas, heredera de la labor de la Vicaría de la Solidaridad, es la encargada de hacer realidad ese compromiso en el día a día en la ciudad de Santiago.
En este año 2021 son numerosos los desafíos que enfrenta la sociedad chilena, tanto en el ámbito político, social, económico y sanitario. La Vicaría ha estado dando respuesta a estos desafíos poniéndose una vez más al servicio de la emergencia, realizando su trabajo de respuesta humanitaria y también implementando acciones de recuperación e incidencia para disminuir las situaciones de vulneración que sufren miles de personas en nuestro país.
Para este año 2021 la Iglesia de Santiago, a través de la Vicaría, quiere renovar su compromiso con la defensa de los Derechos Humanos teniendo como sujeto prioritario a las personas en situación de migración, especialmente aquellos que han salido de sus países de manera forzosa debido a crisis políticas y económicas. Como sabemos, el último año las autoridades políticas han endurecido los requisitos para ingresar al país y debido a esto los ingresos por pasos no habilitados han aumentado. De acuerdo con la Policía de Investigaciones, las personas que han ingresado a Chile por paso no habilitado sólo desde enero a septiembre de 2021 ascienden a 33.503 (PDI, 2021) cifra que más que cuadruplica a los ingresos irregulares ocurridos en 2019 (8.048) que fue el último año antes de que se iniciara la Pandemia del COVID-19. Este aumento se presenta en el contexto de medidas administrativas que restringen el acceso regular, las que fueron intensificadas por el cierre de fronteras producto de la pandemia y las crisis humanitaria y política en Venezuela y en otros países de la región como Haití y Colombia.
La migración es un fenómeno controversial en la agenda pública de cualquier país, qué duda cabe. Tanto en los ámbitos políticos, económicos y sociales existen posturas enfrentadas respecto a la conveniencia (o no) del ingreso de extranjeros, especialmente los más pobres y vulnerables, a los territorios nacionales. Esta tensión genera una invisibilidad de las causas que llevan a millones de personas a ser forzadas a salir de sus países de nacimiento para buscar condiciones de mayor reconocimiento de su dignidad en otras tierras. La polarización termina escondiendo, también, el gran aporte que los migrantes y refugiados hacen a los territorios en los cuales se asientan. La Iglesia reconoce que las personas tienen derecho a migrar buscando condiciones más favorables para su desarrollo. Por lo anterior, en este contexto de crisis migratoria, la Vicaría ha intensificado su trabajo de acompañamiento y ayuda a las personas migrantes y refugiadas en los distintos programas y líneas y de manera muy especial a través de la puesta en marcha de la “misión norte”, que busca fortalecer las capacidades de respuesta de las diócesis afectadas por los últimos flujos migratorios masivos.
Les invito entonces a que como signo de la renovación de nuestro compromiso con los Derechos Humanos mantengamos nuestros esfuerzos y busquemos nuevas estrategias para atender mejor y a más personas migrantes y refugiadas, asumiendo que ellos representan hoy la muestra más clara de la vulnerabilidad y la falta de reconocimiento de su dignidad como personas.
Luis Berríos
Secretario Ejecutivo
Vicaría de Pastoral Social Caritas
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Teléfonos: (562) 27900600
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