Finalizó III Proceso Formativo del programa Economía Solidaria de la Vicaría de Pastoral Social y de los Trabajadores.

“Cada una de ustedes llegó a estos talleres de formación porque han tenido expectativas y esperanzas. Con ustedes queremos dejar impreso en el corazón la lucha por nuevas metas y nuevos propósitos, nadie les puede cerrar las puertas porque ya han demostrado que tienen el corazón y mente abierta para construir”. Con este mensaje el Padre Andrés Moro, Vicario de la Pastoral Social y de los Trabajadores finalizó la ceremonia de certificación del grupo de mujeres que desde agosto a noviembre participó del III Proceso Formativo integral para emprendedoras.

El proceso formativo es una iniciativa del programa Economía Solidaria, dependiente del Área Animación Solidaria de la Vicaría y pretende entregar a mujeres que han emprendido alguna actividad económica en base a productos hechos a mano y provenientes de unidades económicas asociativas, herramientas vinculadas a los principios de la Economía Solidaria y el Comercio Justo.

La formación se desarrolló a través de talleres en los cuales el grupo de alumnas pudo conocer y comprender aspectos relevantes para sus emprendimientos tales como liderazgo, gestión de negocios, aspectos contables del emprendimiento, marca y publicidad, mejoramiento de calidad de producción y comercialización. El programa además contempló sesiones de coaching individual y grupal, asesorías individuales en gestión, producción y comercialización e incluyó también una pasantía en Valdivia donde las alumnas conocieron experiencias de economía solidaria y comercio justo en la IV región.

Para la Vicaría de Pastoral Social y de los Trabajadores la importancia de esta iniciativa es que a través de ella es posible construir caminos que permitan globalizar la solidaridad. “Queremos globalizar esta solidaridad partiendo de lo que cada una de las personas que han participado de esta formación puede aportar para que también otros puedan ser parte de esta iniciativa que facilita y crea redes de encuentro”, expresó el Padre Andrés Moro.

Entre las alumnas que finalizaron este programa estuvo Maritza Díaz quien es orfebre y trabaja haciendo joyas en plata y cobre. “Todo esto me ha servido mucho especialmente para comercializar mis productos como independiente. Me ha ayudado a tener más seguridad en mí misma, a eliminar trabas y sentimientos negativos que me impedían enfocarme en mi trabajo. Ahora estoy segura que lo que yo hago es bueno y con este taller valoro mucho más mi trabajo”.

Alicia Del Carmen Quiñimil, es dueña de casa y hace un tiempo se dedica a confeccionar vestuario con tejido a crochet y telar. “Me siento muy contenta de que lo que yo hago le guste a las personas. En las clases he aprendido a expresarme con otras personas, a compartir con otras compañeras y me siento más motivada a enseñar lo que yo hago”, señaló.

El programa Economía Solidaria busca promover la articulación de productores, a través de su integración en procesos formativos, asistencia técnica y de fomento de espacios de comercialización. Además promueve la coordinación y articulación con redes.