La marraqueta como de costumbre estaba crujiente pero esta vez aún más. Poco a poco comenzaban a llegar a los 51 comedores solidarios existentes en la Arquidiócesis de Santiago, las personas en situación de calle o abandono a tomar desayuno. Sabían que este jueves 29 de noviembre era un día especial, la rutina no sería la misma, ya que ansiosos esperaban que los pasaran a buscar para conmemorar la Jornada Mundial de los Pobres, convocada por el Papa Francisco.
Tras el desayuno los buses se comenzaban a movilizar desde las distintas zonas de la arquidiócesis. El punto de encuentro sería el Centro de Acción Social de la Divina Providencia, Obra Don Orione, en la comuna de Cerrillos. “Hace años que no me subía a un bus”, comentaban emocionados algunos de los protagonistas mientras comenzaba el trayecto.
Ya en el lugar cerca de 60 voluntarios los esperaban con frutas, ricos pancitos y refrescos. “Bienvenidos tomen asiento y diviértanse” les decían. La primera actividad fue para entrar en confianza, se formaron grupos y cada uno relató su experiencia. Luego fueron ellos mismos quienes se transformaron en artistas, tomaron el micrófono, rieron y cantaron.
Tras este momento vino el baile, un grupo musical tocó en vivo para ellos, la gran mayoría dejó sus sillas y no importó el calor, todos comenzaron a bailar, reír y disfrutar mientras que el almuerzo cocinado por las cocineras de los comedores solidarios y el conocido chef Rodrigo Barañao, comenzaba a ser servido.
“Agradecemos que haya gente que piense en lo demás, no solamente en ellos mismos. El día a día en la calle es complicado, hay gente que no come o abuelitos que no se separan del alcohol, hay de todo en la calle pero tener un día así nos saca de la rutina y aquí por lo menos las personas no estamos pensando en tomar, en drogarse, estamos saliendo del día a día, nos enriquece el alma”, relataba Alexander de la comuna de Lo Espejo, mientras bailaba junto a dos personas que había conocido recién.
El Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, compartió con cada una de las mesas. “Me da mucha alegría haber visto y esto y haber compartido especialmente con jóvenes. Veo un gran dolor pero también una gran esperanza y la Iglesia tiene que ser un signo de esa esperanza y el sentido social de la caridad que no mira en la cara a nadie, que no le pregunta si pertenece o no a la comunidad cristiana, sino que ve en cada persona a un hijo de Dios”. Además, comentó sobre lo que ocurrirá el próximo año en Roma, donde se espera que vaya un grupo de chilenos. “Santiago ha sido escogida como una de las diócesis donde el Papa ha querido que esta jornada fuera vivida con mayor intensidad preparando la Jornada Mundial de los Pobres que se celebrará en Roma el próximo año”, dijo.
Tras el baile se les invitó al comedor principal. Consomé de entrada, un jugoso pollo con arroz de fondo, ensalada de tomate y pepino para acompañar. Fue el menú que pudieron disfrutar.
“En mi caso no lo estaba pasando muy bien y este fue una gran oportunidad para subir los ánimos y también para poder compartir con otras personas que también están en situación de calle. Estar en la calle es muy difícil, cada uno vive su realidad de distinta manera, pero con la ayuda de Dios y con mucha fe, sabemos que saldremos algún día adelante. No existe mucha integración en la sociedad para nosotros ya sea una ducha o un desayuno, por eso estas cosas las agradecemos con el alma”, relató emocionado Amaru de la comuna de Santiago.
Por su parte Margarita de 78 años quien llegó desde la comuna de Macul relató entre lágrimas: “Para mí es una alegría tremenda este día porque como soy sola salí a tomar un aire. Gracias a Dios por este regalo, hace muchos años que no tenía un día tan feliz como este”.
El Vicario de la Pastoral Social Caritas, Jorge Muñoz SJ, recalcó sobre la importancia de este tipo de instancias. “Desde el año de la misericordia el Papa instauró la fiesta de Cristo Rey como la Jornada Mundial de los Pobres. La fiesta es algo que rompe la rutina, nosotros vivimos normalmente en lo ordinario, en lo común y corriente pero hoy es un día de fiesta y quisimos romper la rutina de ellos, traerlos a un ligar distinto, un lugar abierto, acogedor y bonito, para que justamente salgan de las calles que ellos habitualmente recorren. Aquí se encontraron con gente de otros lugares, conocieron otros nombres, otras realidades y justamente de eso se trata, que nos hagamos cargos todos, uno de otros”, dijo.
Tras el rico almuerzo los invitados, con una sonrisa en la cara y un hemos recuerdo en el carrazón, volvieron a los buses que los llevaron devuelta a los comedores solidarios donde ellos habitualmente participan. Así se vivió la Jornada Mundial de los Pobres convocada por el Papa Francisco quien en Roma dijo: “Hacia Dios, rezando, y hacia los necesitados, amando. Son los auténticos tesoros de la vida: Dios y el prójimo”.
Fuente: Comunicaciones Santiago
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