La Iglesia renueva su compromiso con los pobres en Bajos de Mena

La jornada, realizada el sábado 2 de diciembre, fue organizada por la Vicaría de Pas toral Social Caritas con partifcipación de más de 300 personas vinculadas al servicio de los más pobres de nuestra arquidiócesis. Líderes comunitarios, coordinadores de  Pastoral Social y líderes de congregaciones y movimientos católicos reflexionaron en torno a este tema y renovaron el compromiso de la Iglesia con los pobres y excluidos, a la luz del mensaje liberador de Jesús y la visita del Papa.

“Esta es una iniciativa del Papa Francisco que está ligada a su venida a Chile y a una actitud permanente de la Iglesia, en relación a la atención de los hermanos y hermanas que más necesitan y centrada en los agentes pastorales. Yo creo que más que en la pobreza, la atención hay que ponerla en los pobres porque es en ellos cuando la pobreza se encarna y llega a ser una manifestación no deseable para la comunión entre las personas. Mirando a los ojos a nuestros hermanos pobres podemos encontrar el camino para superar aquellas dificultades y desafíos”, señaló el cardenal Ricardo Ezzati.

Por su parte el Vicario de la Pastoral Social, Jorge Concha señaló, “este encuentro ha sido un llamado que nos ha hecho el Papa Francisco que nosotros con mucho gusto hemos recogido, y hemos querido darle este realce sobre todo con personas que están comprometidas con el trabajo solidario en comunidades, en congregaciones y en movimientos, para contrastar miradas”.

“Jesús primero tuvo una opción preferencial por los pobres y el Papa Francisco ha sido un testigo fiel, en ese contexto nos vino muy bien este encuentro para preparar el espíritu para esta visita. El Papa también hizo una opción por las personas privadas de libertad y eso es super importante, él va a visitarnos a nosotras y posó su mirada en las más pobres entre las pobres”, señaló la Hermana Nelly León, capellana de la cárcel de mujeres.

Pablo Walker, capellán del Hogar de Cristo, señaló, “este es un hito que queremos repetir año tras año, no solamente para preparar la venida del Vicario de Jesucristo, en este caso Francisco, sino también para tomar la misión que nos confía, que es anunciar la liberación a los oprimidos por el egoísmo y por estructuras de injusticia, de segregación sistemática y de vidas descartadas, congregando a cristianos y no cristianos a una conversión por igual”.