El taller fue desarrollado los día 5 y 6 de octubre junto a comunidades de Copiapó y Chańaral y se enmarca en el proyecto de apoyo a las personas afectadas por los aluviones de marzo pasado, liderado por Caritas Chile.
Ante la emergencia que surgió tras las fuertes precipitaciones caídas en la región de Atacama y los aluviones que afectaron varias zonas de la región, Caritas Chile comenzó un trabajo de apoyo a las comunidades con varias líneas de acción, entre ellas, una línea denominada “medios de vida” que permitiera entregar herramientas a las familias para recuperar su capacidad de generar ingresos autónomos para vivir.
Dentro de la línea de acción es que la diócesis de Copiapó desarrolla desde agosto pasado un proyecto de apoyo al emprendimiento a 120 familias afectadas por los aluviones, ya sea porque perdieron sus unidades de negocio o porque a raíz de la catástrofe se han visto obligados a emprender una actividad económica a través de la cual surgir y levantarse nuevamente. En este contexto se desarrolló recientemente el taller de Economía Solidaria aportado desde la Vicaría de Pastoral Social Caritas, del Arzobispado de Santiago.
El taller de Economía Solidaria se realizó en Copiapó y Chañaral y estuvo a cargo de Ana Leighton, Jefa del área Animación Solidaria de la Vicaría. El taller permitió acercar a los microemprendedores a esta nueva corriente económica y analizar su aplicación a sus ideas de negocio.
“Quisimos favorecer en Copiapó un espacio de reflexión en torno a los valores que debieran estar presentes en los proyectos desde la lógica de la economía solidaria. La idea es que las personas vivan su emprendimiento de manera colectiva, que conversen de sus logros y dificultades, que establezcan redes de apoyo, emprendimientos de tipo asociativos e incorporen aspectos como la cooperación, el compartir, el compañerismo en sus emprendimientos”, expresó Ana Leighton.
“La economía solidaria centra su accionar en las personas y en su desarrollo integral desde ahí promueve un comercio justo, solidario, que cuida del medioambiente y eso está muy acorde a la doctrinas social de la iglesia y su afán por hacer que las personas tengan una vida más digna en ambiente de justicia e igualdad”, indicó Ana Leighton.
La experiencia de las personas que participan del proyecto y del taller es muy positiva.
La señora Amelia Castro expresa, “este proyecto me ha ayudado mucho he invertido en mercadería para mi kiosco, he podido salir adelante he aprendido en conocimiento, en el taller de hoy supe de la economía solidaria y me di cuenta que no es difícil y que pueden mejorar mi proyecto”.
René Vigneaux coordinador del programa emprendimiento económico, explica la importancia de esta iniciativa. “En términos de desarrollo se han conseguido varias cosas y no solo el tema económico sino también de desarrollo personal, de poder conversar, conformar redes de apoyo, visualizar que hay muchas personas con problemas y que se puede salir adelante. Nos podemos dar cuenta que hay un espíritu de solidaridad y que hay acogida a personas muy distintas pero con espíritu de superación”.
Desde la coordinación del proyecto explican las etapas de esta iniciativa que han contemplado un diagnóstico para identificar a las personas afectadas que alguna vez tuvieron un negocio o que ahora necesitan emprender una idea de negocio; la intervención con talleres y actividades de desarrollo económico y la definición del emprendimiento que las personas van a desarrollar. Además viene la entrega del equipamiento proyectada hacia finales de octubre y posteriormente un tiempo de acompañamiento a los microemprendedores.