Vicaría y representantes de iglesias fueron reconocidas por su labor de defensa de los derechos humanos, durante la dictadura militar
El reconocimiento se realizó en un acto en la comuna de San Joaquín, que contó con la participación del Presidente de la República, Gabriel Boric. El encuentro fue organizado por los capellanes católico, evangélica y judío de la Moneda para reconocer el rol de las iglesias en la defensa de los derechos humanos en la dictadura, especialmente de organismos como la Vicaría de la Solidaridad, el Comité de Cooperación para la Paz (COPACHI), la Fundación de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas (FASIC) y el Servicio Paz y Justicia (Serpaj).
La actividad fue realizada la tarde del domingo en el parque La Castrina, en comuna de San Joaquín y contó con la participación del Presidente de la república, Gabriel Boric, ministros, ex trabajadores de la Vicaría de la Solidaridad, representantes de agrupaciones de derechos humanos, miembros de comunidades cristianas y pastores y líderesas de iglesias evangélicas y protestantes.
En representación de la Vicaría Pastoral Social Caritas, heredera de la Vicaría de la Solidaridad, asistió su vicario, el Padre Jaime Tocornal. El vicario junto a otros representantes de organismos que trabajaron en la defensa de los derechos humanos, recibieron de manos de las autoridades pequeños árboles nativos: boldos, quillayes y maitenes, para destacar la importante labor desarrollada en la defensa y promoción de los derechos humanos.
En su discurso el Presidente Boric agradeció el rol desarrollado por las distintas iglesias. “Como Presidente de la República y consciente de la dignidad y la importancia del cargo, les quiero dar las gracias. Agradecerles por esa labor, por habérsela jugado, por haberse jugado hasta la vida, para proteger a quienes en ese momento estaban siendo perseguidos por sus ideas, por creer en un mundo distinto, por luchar por la justicia”.
La ceremonia terminó con la interpretación de la Cantata de Derechos Humanos por parte de la Orquesta de Cámara San Miguel y el Coro de Vecinos y Pobladores Ecos de Esteban.
La obra fue escrita por el sacerdote de los Sagrados Corazones, Esteban Gumucio, que falleció en 2001 y que hoy está en proceso de canonización en el Vaticano; y la música fue compuesta por Alejandro Guarello y el Grupo Ortiga, que también la interpretó en su estreno.
Gumucio y Guarello fueron convocados por el entonces arzobispo de Santiago, cardenal Raúl Silva Henríquez, para ofrecerla como acto cultural en la inauguración del Simposio Internacional de los Derechos Humanos, el 25 de noviembre de 1978, en la Catedral Metropolitana de Santiago, ante líderes sociales, políticos, embajadores y comunidades cristianas, en plena dictadura militar.
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