En la celebración, el obispo invitó a los presentes a abrir su corazón y seguir al Señor con fuerza. Destacó el llamado que hace el Papá Francisco a dejar de lado la indiferencia. “Él nos invita a transformar un corazón de piedra en un corazón de carne, generoso, comprometido con la justicia, la paz y lleno del amor de Cristo”.
En su homilía monseñor Ossandón destacó que este tiempo de Cuaresma es un oportunidad de hacer un proceso de introspección y dejar de lado el individualismo. “Muchas veces sólo nos preocupamos de nosotros mismos y nos vamos aislando de los demás. Lo único que queremos es tener más, no nos importa lo que le pasa a los otros y nuestro corazón se va cerrando. La Cuaresma nos da la posibilidad de comprometernos solidariamente con nuestros hermanos, de salir de esa indiferencia y seguir el camino del amor”, expresó.
Una manera de hacerlo es a través de gestos concretos como apoyar Cuaresma de Fraternidad. El párroco Haroldo Cepeda destacó la participación de la comunidad “Las personas se motivan con el espíritu de la campaña y cada año colaboran más, lo que nos ha permitido aumentar el aporte que hace nuestra parroquia”.
En la misa Loreto Rebolledo, secretaria ejecutiva de Cuaresma de Fraternidad, se refirió al sentido de esta iniciativa que la Iglesia Católica realiza desde el año 1982. “Sus aportes nos permiten ir en ayuda de niños y niñas de 0 a 14 años, ya que con ellos financiamos proyectos sociales y pastorales en todo el país a través del Fondo Nacional de Cuaresma. Este año se ejecutaran 44 proyectos desde Iquique a Aysén que contribuyen a mejorar la calidad de vida de miles de niños y niñas. Creemos que aportando juntos podemos cambiar vidas y es una manera de construir el reino”.
Al finalizar la misa las personas recibieron entusiastamente sus alcancías y se comprometieron a apoyar la campaña.
Fuente: Pastoral Social Caritas
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