La mañana del martes 16 de enero se realizó en el Arzobispado de Santiago la ceremonia de certificación de las personas que fueron parte del Ciclo Formativo Sociolaboral 2023, oportunidad de movilidad laboral por medio de la capacitación, financiamiento, acompañamiento y comercialización de diferentes iniciativas impulsadas por mujeres emprendedoras o personas en alguna situación de vulnerabilidad socioeconómica.
El proyecto brinda acompañamiento para que los y las participantes, puedan llevar adelante un negocio alcanzando su comercialización y sustentabilidad.
Para la Vicaría Pastoral Social Caritas este proyecto representa un apoyo a la inserción social de las personas migrantes y refugiadas. “Sabemos que por distintas razones las personas han llegado a Chile y ese tránsito les ha generado una situación de vulnerabilidad que requiere que varios actores se involucren para generar condiciones que les ayuden a desarrollar un proyecto de vida con mayor autonomía y herramientas”.
Rebeca Cenalmor-Rejas, Jefa de la oficina del ACNUR en Chile, destacó el trabajo colaborativo detrás de esta iniciativa. “Trabajamos en colaboración para generar oportunidades que les permita a las personas que han tenido que desplazarse mantenerse por sí mismas, mantener a sus familias y también aportar a las comunidades que les han acogido. Por eso programas como éste son tan relevantes para potenciar las capacidades, y conocimientos y entregar herramientas para desarrollar oportunidades de acceder al mercado laboral y a opciones concretas para un desarrollo económico”.
Sergio Añazco, es venezolano, lleva dos años en Chile y está muy contento de haber participado de la formación sociolaboral pues recibió herramientas que le ayudan mucho a emprender. “Mi emprendimiento es de comida dulce y salada, algunas de mi propia creación. En este curso aprendí a organizarme con los costos, a conocer más al cliente. Me siento feliz de haber finalizado este proceso porque además conocí gente nueva, que como yo, también quieren emprender y tienen sueños”.
Para la señora Rosa Quintana lo aprendido en esta instancia es muy útil para avanzar hacia su proyecto de repostería. “Las profesoras tuvieron mucha paciencia, supieron explicarnos muy bien en los cursos. Yo no tengo experiencia en negocios pero me gustaría emprender con comida dulce y aquí aprendí mucho, especialmente a sacar los costos, a revisar cómo tener clientes y mantenerlos”.
Andreina Doria tiene un emprendimiento de colaciones caseras mezclando los sabores venezolanos y chilenos, “mi sueño es a futuro tener un restaurante”, dice agradecida de lo aprendido. “Estoy muy agradecida de la labor que han hecho con esta formación. Nos enseñaron cómo llevar la administración, a reconocer fallas de los negocios, hacer publicidad de nuestros productos y cómo captar clientela”.
“Es muy difícil para una persona migrante salir de su país, dejar sus raíces, salir con una mochila de esperanzas y miedos también porque no sabemos qué nos espera…todos hemos pasado momentos difíciles pero eso no quiere decir que no podamos salir adelante”, compartió Andreina.
El Ciclo Formativo Sociolaboral, estuvo compuesto por un curso de alfabetización digital, capacitación bajo el modelo de negocios canvas, acompañado por profesionales de la fundación Trabajo para un Hermano. Como etapa final del proceso se hizo entrega de un kit para emprender, con insumos y maquinaria necesaria para los micro proyectos.
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