Abriendo Caminos: Cierre de un gran ciclo, cargado de aprendizajes y nuevos desafíos

Para quienes hemos sido parte de este programa se vuelve gratificante el haber aportado a mejorar la calidad de vida de los niños, niñas, adolescentes y sus familias que sufren los efectos de la prisionización. 

Los niños, niñas y adolescentes han sido  el foco central del modelo operativo y estratégico del programa Abriendo Caminos. En este tiempo, se ha logrado beneficiar a 1.021 niños, niñas y adolescentes en distintas comunas de la Arquidiócesis de Santiago, siendo las de mayor trascendencia las comunas de Pedro Aguirre Cerda y Lo Espejo. De manera complementaria, ha sido posible acompañar a 429 cuidadores/as principales, aquellas personas - en su mayoría muejres-  que están a cargo de la crianza de los niños, niñas y adolescentes. 

Los niños, niñas, adolescentes, mujeres y familias que sufren las consecuencias de la privación de libertad, son uno de los rostros más excluidos de la sociedad; Residen en entornos periféricos, con alta presencia de factores de riesgo y violencia, contagio criminógeno, estigmatización y otros elementos que agudizan la desigualdad social, y merma de cierta manera el alcance de oportunidades. Bajo este contexto, es que la co-construcción de los procesos de intervención social fueron desafiantes, porque no solo se abordan las consecuencias de la privación de libertad, sino que también, coexisten otras problemáticas significativas. 

Como pionera en la puesta en marcha de este programa, la Vicaría de Pastoral Social Caritas logró vivenciar y aportar en la madurez y evolución técnica-metodológica de esta política pública.

Los equipos profesionales desplegaron variadas estrategias y/o acciones durante estos 12 años, tales como, intervenciones individuales, familiares y grupales, trabajo de articulación en red, acciones de sensibilización en los territorios, revinculación entre los NNA y sus adultos significativos mediante los encuentros protegidos en centros penitenciarios y actividades comunitarias, entre otras. Cada acción, palabra, orientación y contención entregada ha surgido desde el reconocimiento de la dignidad humana de quien tenemos al frente, desde los valores del evangelio que nos inspiran y el ejercicio de los derechos humanos.

En este camino que hemos transitado hemos visto emerger nuevos desafíos. Uno de ellos es continuar incidiendo a mejorar la calidad de vida de las personas que sufren los efectos de la prisionización en los entornos más empobrecidos, robusteciendo el programa Rehaciendo Vínculos como apuesta institucional, manteniendo ciertos elementos desde su origen y acuñando elementos de la trayectoria del Abriendo Caminos;

El desafío continúa, inspira y motiva pues el llamado a estar con los rostros más excluidos del Chile hoy sigue resonando más que nunca.

Ángela Álvarez.
Encargada Programa Abriendo Caminos
Vicaría de Pastoral Social Caritas